Diversas culturas y civilizaciones antiguas, diferentes a los griegos, desarrollaron su propios Oráculos
buscando que sus dioses o los elementos de la naturaleza los aconsejaran en sus trascendentales decisiones de gobierno o en sus acciones más cotidianas.
Algunos de esos Oráculos han sobrevivido al paso de los siglos, mientras que de otros sólo quedan referencias en algunos documentos.